“El comercio no solo revela el carácter, también lo construye si permaneces en el juego el tiempo suficiente.”

Esa es una cita de Yvan Byajee, autor de “Paradigm Shift: How to Cultivate Equanimity in the Face of Market Uncertainty” [Cambio de paradigma: cómo cultivar ecuanimidad frente a la incertidumbre del mercado] (2015). En muchos sentidos, este dicho puede resonar con muchos de los comerciantes de hoy en día. Habla de cómo las emociones pueden sacar lo mejor de cualquier comerciante en el mercado, sin importar de qué tipo de activo estemos hablando.

Muchos inversores pueden tratar de analizar los ciclos de mercado y construir a partir de ahí, con la esperanza de obtener grandes beneficios en el proceso. Veamos cómo funciona.

¿Qué son los ciclos de mercado y cómo funcionan?

Los ciclos de mercado son patrones o tendencias que suelen formarse a lo largo del tiempo en diferentes mercados o entornos empresariales. Es el período que transcurre entre los dos últimos puntos más bajos o altos de un índice de referencia.

Los nuevos ciclos de mercado suelen surgir cuando se forman tendencias en un sector o industria particular, debido a una innovación importante, nuevos productos o un entorno regulatorio.

Lo que pasa con estas tendencias es que son difíciles de identificar hasta que el período termina. Cuando estás en medio de un ciclo, puede ser difícil identificar un punto claro de inicio y final, lo que a menudo puede causar confusión con respecto a la evaluación de las estrategias comerciales.

Los ciclos de mercado pueden durar desde unos pocos minutos hasta muchos años, dependiendo del mercado que estés analizando. Las diferentes carreras a menudo conducen a analizar varios aspectos de estos rangos. Por ejemplo, los comerciantes intradiarios (day traders) pueden observar intervalos de cinco minutos, mientras que los inversores inmobiliarios observarán rangos de hasta 20 años en el pasado.

¿Qué es la psicología de mercado?

La psicología de mercado es la teoría de que los movimientos que ocurren dentro de un mercado se deben a los estados emocionales de sus participantes. Muchos analistas creen que las emociones de los inversores son las que hacen subir y bajar los precios. La idea es que el sentimiento de los inversores es lo que crea la psicología de un ciclo de mercado. Obviamente las opiniones y sentimientos de los inversores difieren. Por eso, se observan muchas fluctuaciones en el precio de un activo, que responde al sentimiento promedio del mercado (que también es dinámico).

Cuando el sentimiento del mercado es positivo y los precios suben, se convierte en un mercado alcista. Durante este tiempo, la demanda de un activo aumenta, ocasionando una disminución de la oferta. Ese aumento de la demanda puede crear un entorno más favorable y generar precios aún más altos.

Cuando el sentimiento del mercado es negativo, se convierte en un mercado bajista. La demanda se reduce mientras la oferta aumenta. Este incremento de la oferta podría crear una tendencia bajista, lo que podría hacer que los inversores sean más cautelosos.

Las etapas de un ciclo de mercado

En cada ciclo de mercado existen cuatro etapas:

Etapa 1: Optimismo, emoción y luego euforia

Este ciclo siempre comienza con una actitud positiva en general. La primera inversión de cualquier persona se realiza con mucho optimismo. Por lo general, esperamos que nos vaya bien y nuestras inversiones sean recompensadas.

Cuando el mercado en general tiene esta actitud y se cumplen muchas de las expectativas de los inversores, es fácil entusiasmarse con retornos aún mayores. Es entonces cuando los inversores experimentan la emoción de realizar transacciones.

Cuando el ciclo llega a su punto máximo, los inversores empiezan a experimentar euforia. En este punto, creemos que no podemos equivocarnos, que le ganamos al mercado, lo que hace que esta sea la parte más peligrosa del ciclo. Esta es la parte en la que los inversores llegan al punto de máximo riesgo financiero: pensamos que somos incapaces de cometer errores y que podemos tolerar mayores niveles de riesgo. Creemos que los retornos excesivos son inevitables.

Etapa 2: Arrogancia, negación y miedo (o esperanza)

La etapa 2 es cuando el mercado de repente deja de cumplir con nuestras nuevas expectativas de retornos excesivos. Sin embargo, nos mantenemos confiados y seguros (algunos podrían decir arrogantes) de que el mercado volverá a su estado alcista. El mercado comienza a girar en torno a nosotros, ya que, en la negación, escuchamos con frecuencia:

“Estoy seguro de que volverá a subir”.

“No daré marcha atrás porque el mercado volverá a subir pronto”.

Aquí es cuando comienza la ansiedad. Empezamos a ver el mercado con ansiedad, rezando y con la esperanza de que vuelva a subir. Tan pronto como el valor de nuestras inversiones continúa disminuyendo, esa ansiedad se convierte rápidamente en miedo. Ese miedo puede hacer que muchos inversores se pongan a la defensiva, transfiriendo sus activos a acciones o a otras clases de activos más estables. Otros pueden seguir manteniendo sus posiciones de pérdida y esperar que el mercado se recupere.

Etapa 3: Pánico

A medida que el mercado alcista retrocede en gran velocidad, los inversores pueden desesperarse y comenzar a entrar en pánico. Todo rastro de confianza ha desaparecido y los inversores ahora buscan minimizar las pérdidas. Algunos quedan completamente destrozados, con la certeza de que el mercado nunca se recuperará.

Etapa 4: Precaución

A este punto del ciclo de mercado, lo peor ya ha pasado. Hay subidas de precios una vez más, pero los inversores se mantienen en alerta. Tendrán que actuar con cautela cuando piensen en volver a entrar en el mercado:

“¿Continuará este aumento del mercado?”

“Los precios están bajos y las oportunidades son tentadoras, ¿debería invertir?”

De vuelta a la etapa 1

Suele haber un período en el que el mercado experimenta movimientos laterales (subidas y bajadas insignificantes). Esto puede dar a los inversores el tiempo suficiente para que reconstruyan su optimismo y su esperanza nuevamente, eventualmente reiniciando el ciclo completo.

Una vez que los inversores tengan suficiente tiempo para subir al tren de las inversiones, el sentimiento puede volver a ser positivo y así regresamos a la etapa 1.

Bitcoin y la psicología de mercado

La subida del precio de bitcoin a finales del 2017 es el ejemplo perfecto de cómo la psicología de mercado afecta el precio de un activo. A principios del 2017, el precio del BTC se fijó en unos 900 dólares. A lo largo del año, sus precios se dispararon, llegando a alcanzar su máximo histórico de unos 20,000 dólares.

Durante esta increíble subida, el sentimiento del mercado se hizo más y más positivo a lo largo del año. Debido a que había tanta emoción durante este período alcista, miles de nuevos inversores se sumaron a la acción, con la esperanza de obtener grandes beneficios. Había mucho FOMO (miedo a perderse algo), codicia y optimismo excesivo. Eso es lo que hizo que el precio subiera rápidamente, hasta que no siguió sucediendo.

La caída comenzó a finales del 2017 y principios del 2018. Mucha gente que se unió tarde terminó experimentando pérdidas significativas. Muchas personas insistieron en hacer HODLing (debido a la falta de confianza y complacencia) y algunos no se han recuperado desde entonces.

Cómo usar la psicología de mercado a tu favor

Entender la psicología de mercado puede ponerte en una mejor posición, tanto para entrar como para salir del mercado.

Para un comprador, su mayor oportunidad financiera puede llegar cuando el mercado está en su punto más bajo. El sentimiento negativo del mercado puede quebrar el ánimo, causando una sensación de desesperanza y precios bajos para el activo. Al mismo tiempo, el mayor riesgo financiero puede suceder cuando el sentimiento está en su punto más positivo.

Aunque el concepto es fácil, ver estos puntos en el ciclo de mercado no lo es. Los precios altos pueden subir aún más, y lo que puede parecer lo más bajo quizás no sea el peor momento todavía.

El punto clave es este: a veces, las emociones sacan lo mejor de nosotros. Pueden convertir a personas racionales en inversores irracionales.

Recuerda que el mercado está en constante cambio y las inversiones siempre serán menos o más favorables. Los eventos extraordinarios pueden nublar nuestro juicio y todos tendremos nuestras propias maneras de lidiar con ello, y eso está bien, porque si invertir fuera fácil, todo el mundo sería rico.

*Descargo de responsabilidad: El contenido de este artículo es únicamente para fines informativos. Las opiniones expresadas aquí no deben tomarse como consejos financieros, de inversión o de otro tipo, ni tampoco expresan la opinión de Paxful.