Si hay una palabra que puede resumir el 2020, hasta ahora, es estrés. Debido a la grave crisis económica provocada por el COVID-19, muchas personas en todo el mundo llevan una pesada carga financiera sin ayuda de nadie. Por eso, debemos cuidar no solo de nuestro bienestar físico, sino también nuestra salud financiera y mental. 

Si estás buscando formas de hacerlo, hoy te compartimos algunos consejos que te ayudarán a superar el estrés financiero durante la pandemia. Antes de profundizar en el tema, definamos primero lo que es.

¿Qué es el estrés financiero?

El estrés financiero es el miedo, ansiedad o preocupación que una persona experimenta en relación con las finanzas u otros asuntos de dinero. Esto suele ser provocado por situaciones como la incapacidad de pagar deudas o las altas facturas médicas, tener pocos ahorros, hacer frente a acontecimientos inesperados como la pérdida de un empleo o los efectos de la pandemia COVID-19, entre otros.

Señales comunes del estrés financiero

¿Cómo sabes si sufres de estrés financiero? Estas son algunas señales a tener en cuenta.

  • Problemas en relaciones. Puede que te encuentres discutiendo con tus familiares o seres queridos por cosas simples, incluyendo temas que ni siquiera tienen que ver con dinero.
  • Cuentas pendientes. Esta es una de las primeras señales de que tienes problemas de dinero. Seguramente estés luchando por ganar suficiente dinero para cubrir tus cuentas y estas empiezan a retrasarse.
  • Estrés con la comida. Tiendes a comer demasiado o muy poco para aliviar el estrés, no hay un punto medio.
  • Gastos excesivos. Si algunas personas comen para sentirse mejor, otras compran cosas o recurren a la terapia de compras excesivas para aliviar el estrés financiero. Irónico, ¿no?
  • Insomnio. Quizás te resulte difícil dormir, permanecer dormido o te acuestas demasiado tarde, al punto que contar ovejas no sirve de nada (si es que eso le funciona a alguien).
  •  Otras manifestaciones físicas. Incluyendo la sensación de agotamiento o fatiga, el aumento de la frecuencia cardíaca y la sensación de inquietud o nerviosismo, por nombrar algunas.

Otro indicador común del estrés financiero es la ansiedad y la depresión. Esto puede llevarte a pensar demasiado e incluso a aislarte, algo que deberías tomar en serio, especialmente durante estos tiempos.

Formas de combatir el estrés financiero

Si piensas que tienes alguno de las señales antes mencionadas, aquí te compartimos algunas formas prácticas y accesibles que podrías considerar para superar la carga financiera durante la pandemia. 

1. Cambia tu enfoque

Una vez te das cuenta de que tienes un problema, puede ser un verdadero desafío ver el lado positivo de las cosas, especialmente cuando sabes que las cosas por las que estás pasando están fuera de tu control.

Es importante que sepas algo: tú puedes controlar tu mente. De hecho, ¡tú eres quien manda! Esto significa que puedes controlar los pensamientos que entran y salen de ella. Así que cada vez que te encuentres con pensamientos negativos, cambia tu atención de inmediato a las cosas que realmente importan, como tu salud física y mental.

¿Por qué no intentas comer sano, empezar a hacer ejercicio, leer libros, ver programas de televisión o películas en Netflix, o hacer otras actividades divertidas que te den un poco de aire fresco? No nos malinterpretes. No te pedimos que huyas de los problemas que tienes actualmente, sino que seas consciente de que en la vida hay mucho más que tus problemas de dinero.

A veces, la mejor manera de resolver un problema es simplemente dejar de pensar en él. ¡Tómate un tiempo para ti antes de tirar la toalla!

2. Cuida tus sentimientos

No siempre es fácil hablar de problemas financieros. Algunos lo encuentran embarazoso, vergonzoso o incómodo. Sin embargo, esto puede ayudarte a entender cómo te sientes emocionalmente, antes de tratar de resolver tus problemas financieros. Para mantener tu mente bajo control, puedes hablar con familiares, amigos o seres queridos sobre tus problemas de dinero.

No tiene que ser en persona, especialmente ahora que estamos en medio de una pandemia. Puedes conectar con ellos manteniendo el distanciamiento social, a través de plataformas de redes sociales y otras formas de comunicación en línea. El abrirte a alguien en quien confías es una de las formas más efectivas de quitarte la carga del pecho y aliviar el estrés. 

Pensándolo bien, en el entorno financiero en el que nos encontramos hoy día, hay muchas posibilidades de que la persona con la que estés hablando también esté experimentando lo mismo. Eso también es un buen recordatorio de que no eres la única persona que se siente estresada por las finanzas en este momento.

También puedes escribir sobre qué piensas y cómo te sientes en un diario, en tu computadora o en el teléfono, lo que sea más conveniente para ti. Hacer esto puede ayudarte a procesar tus pensamientos, despejar el desorden mental y redirigir tu enfoque hacia otras cosas más importantes.

3. Enfrenta tus problemas de dinero

Después de tomarte todo el tiempo que necesites, es hora de ver qué es lo que causa tu carga financiera. Puede ser uno de los aspectos que mencionamos anteriormente. Una vez identifiques el problema real, el siguiente paso crucial será recordar cómo te metiste en la situación en la que te encuentras.

¿Qué decisiones te han llevado a donde estás hoy? Volver al pasado puede ser abrumador, pero puede ayudarte a evitar más estrés financiero en el futuro. Observa tus hábitos de consumo con honestidad y trata de identificar en qué has gastado tu dinero.

Un consejo, intenta hacer una lista de los gastos más grandes primero. Esto puede darte una visión más amplia de a dónde ha ido a parar tu dinero. Digamos que construiste una computadora para juegos. ¿Cuánto dinero gastaste en esta?

4. Crea un plan financiero realista

En lugar de obsesionarte con tu crisis financiera, intenta ver la situación como una oportunidad para mejorar tus habilidades para resolver problemas. ¿Cómo puedes aprender de esta situación y asegurarte de que no vuelvas a encontrarte con el mismo problema otra vez? 

Algo que puedes intentar es establecer objetivos claros y accionables. Puedes empezar haciendo una lista de tus prioridades y pensar en cómo puedes ajustar tus hábitos de consumo. Esto te puede ayudar a aliviar el estrés financiero y a volver hacia el buen camino. Si te resulta difícil ponerte una meta, ¿por qué no buscas ayuda?

Siempre puedes recurrir a un asesor financiero o a un especialista en inversiones, especialmente si estás tomando decisiones financieras importantes. Queremos asegurarnos de que estés pensando lógicamente en cada cambio que vayas a hacer y que no actúes solo por impulso o emociones. 

Si te preocupa tu salud mental, también puedes hablar de ello con tu médico o un terapeuta. Recuerda, no se supone que lo sepas todo, así que no tengas miedo de buscar ayuda profesional cuando la necesites.

5. Permanece abierto al cambio y concéntrate en la meta

Aceptar el cambio no es una tarea fácil, sobre todo porque no estás seguro de lo que pasará después. Recordar por qué estás cambiando el enfoque de tus finanzas puede ayudarte a concentrarte en tu objetivo de superar el estrés financiero.

También puedes pedirle a alguien de confianza que sea la persona a quien tengas que rendir cuentas. Pídele a esta persona que te controle regularmente, especialmente en el progreso de tu gestión financiera. Siempre que te encuentres dando un paso hacia atrás para alcanzar tus objetivos, recuerda que debes seguir el plan, ¡cueste lo que cueste!

La vida no siempre son arcoíris y mariposas, pero eso no significa que no puedas hacer que cada día valga la pena. Recuerda, el estrés por las cosas que no puedes controlar, como esta pandemia, te robará la alegría y la tranquilidad.

El estrés financiero solo puede agotar tu energía solo si tú lo permites. Dale un giro a tu vida y recuerda que la carga que llevas ahora no durará para siempre. En cambio, mira hacia adelante con ganas de retomar de nuevo el camino.

*El contenido de este artículo es solo para fines informativos. No debe interpretarse tal información u otro material como asesoramiento legal, fiscal, de inversión, financiero, médico o de otro tipo.