Desde su creación en 2009, la función principal de bitcoin ha sido la inversión. Sin embargo, con su desarrollo a lo largo de los años, han surgido otros propósitos, ofreciendo muchas oportunidades a los entusiastas de las criptomonedas alrededor del mundo.

Uno de estos propósitos, ha ayudado a muchas personas que viven en países económicamente desfavorecidos. El uso de las criptomonedas ha llevado la inclusión financiera a personas no bancarizadas o con acceso limitado a los servicios bancarios

La importancia de la inclusión financiera

Algunos tenemos la suerte de vivir en lugares donde las cuentas bancarias son de fácil acceso y a veces damos por sentado los servicios bancarios. En los países donde hay una alta población no bancarizada, mucha gente no es parte de la inclusión financiera, una oportunidad que les permitiría formar parte de un ecosistema financiero y con el que podrían mejorar su calidad de vida. Sin cuentas bancarias, la gente se ve obligada a depender del dinero fiduciario físico: billetes y monedas. El problema es que controlar y almacenar ese dinero, puede ser difícil.

Sin embargo, no siempre es una cuestión de elección. Puede ser tan simple como no tener un banco cerca, o tan complicado como no tener la documentación necesaria para abrir una cuenta bancaria. En algunos casos, los bancos se negarán a creer que un cliente pueda ganar lo suficiente para mantener sus cuentas.

Como resultado de la exclusión financiera, el acceso a préstamos y seguros es limitado. Además, los desbancarizado no tienen la posibilidad de almacenar su dinero de forma segura, realizar transacciones en línea o incluso hacer inversiones. A la vez, estos individuos tendrán dificultades para iniciar sus propios negocios o comprar una casa.

En la mayoría de los casos, los grandes bancos no quieren sobreextender su crédito a quienes no tienen suficientes fondos, e incluso cuando lo hacen, compensan los riesgos cobrando altas tasa de interés. 

Las criptomonedas como medio de inclusión financiera

En un informe reciente, el Banco Mundial estimó que en todo el mundo hay 1,700 millones de personas que carecen de acceso a servicios financieros, lo que les impide tener el control de sus finanzas.

Sin embargo, las criptomonedas pueden acabar con la falta de acceso que sufren estas personas.

Veámoslo de esta manera: la función principal de una cuenta bancaria es almacenar y transferir fondos. A pesar de la volatilidad de la mayoría de los mercados de criptomonedas, estas pueden realizar esas mismas funciones. Si tienes un teléfono inteligente, podrás almacenar tus fondos y procesar transacciones internacionales a cualquier parte del mundo. En su forma más simple, las criptomonedas pueden darle a la gente la oportunidad de funcionar como su propio banco personal.

En los últimos años, las criptomonedas se consideraban simplemente como una forma de realizar transacciones a través de Internet. Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, aparecen nuevos productos financieros descentralizados: préstamos en criptomonedas, el pago de facturas con criptomonedas y mucho más. Estos productos no solo dan a la gente la posibilidad de participar en las transacciones que se realizan en la red, sino que también hacen que todo sea más eficiente al evitar los sistemas y procesos tediosos impuestos por los sistemas bancarios tradicionales. Los costos de almacenamiento y manejo de las criptomonedas son significativamente más bajos (si es que los hay). Además, las transacciones suelen ser mucho más rápidas (no hay necesidad de un largo proceso de aprobación), lo que abre nuevas oportunidades y el acceso a más servicios financieros.

Cualquiera que tenga una conexión estable a Internet (incluso a través de un teléfono inteligente o una computadora portátil) tiene la posibilidad de crear un monedero digital y procesar transacciones internacionales, todo ello con tarifas de transacción mucho más bajas en comparación con las transacciones internacionales procesadas por los sistemas bancarios tradicionales.

Debido al desarrollo que han experimentado las criptomonedas en los últimos años, los sistemas financieros tradicionales ya no son los únicos con poder. Bitcoin y otras criptomonedas han aportado una nueva forma de realizar transacciones.

Gracias a blockchain y su tecnología que sustenta las criptomonedas más comunes, ahora las personas tienen una forma de crear sus propias alternativas financieras. Lo mejor es que, debido a las características específicas de la tecnología blockchain, estas alternativas no solo son eficientes y escalables, sino que también son muy transparentes. Y a medida que las criptomonedas y la tecnología blockchain continúen desarrollándose, los costos de transacción disminuirán y su adopción seguirá aumentando constantemente (especialmente en los países con economías en dificultades). 

¿Cómo abordar el tema de la volatilidad?

A este punto, podrías estar preguntándote: “Si las criptomonedas son un excelente medio de inclusión financiera, ¿cómo abordamos el tema de su volatilidad extrema?” Es una pregunta muy interesante y te diremos por qué no hay que preocuparse.

A lo largo de los años, las criptomonedas (especialmente el bitcoin) han tenido la reputación de ser excesivamente volátiles, razón por la cual son particularmente atractivas para los inversores. La pregunta es válida: ¿cómo ayudan estas monedas digitales a la gente, si al igual que las monedas fiduciarias tradicionales, pueden devaluarse potencialmente a un ritmo alarmante? Existen dos argumentos fundamentales para rebatir el tema de la volatilidad.

En primer lugar, no todas las criptomonedas experimentan una volatilidad extrema. La existencia de las stablecoins, (criptomonedas vinculadas a activos reales como el petróleo, los metales o las monedas fiduciarias) eliminan la amenaza de la devaluación, pero aún así proporcionan los beneficios que se obtienen cuando posees activos digitales.

Y en segundo lugar, algunas monedas fiduciarias han demostrado ser más volátiles que las criptomonedas. Tomemos como ejemplo el bolívar venezolano. Actualmente, el bolívar está experimentando porcentajes de inflación extremos, lo que hace que las criptomonedas sean más atractivas para los venezolanos.

El sistema de criptomonedas tiene soluciones que pueden preservar el poder adquisitivo de los usuarios. Como resultado de la preservación de ese poder adquisitivo, el problema potencial de volatilidad en los precios de estas queda anulado. 

Las criptomonedas podrían ser la respuesta

Ante el problema de la falta de servicios bancarios, se puede concluir que las criptomonedas tienen el poder de luchar contra la desigualdad financiera y de llevar potencialmente los servicios financieros, antes negados, a las personas que lo necesitan. Pueden aportar un cambio de paradigma para la población desbancarizado y traer muchos cambios políticos, financieros, tecnológicos y económicos. Países como Venezuela están demostrando ser grandes ejemplos de ello. A través de las criptomonedas, los países con economías en dificultades pueden tener acceso a los bienes que de otra manera no podrían obtener.

La inclusión financiera de todos es un objetivo importante al que debemos aspirar, y las criptomonedas podrían desempeñar un papel crucial para lograrlo. Cada vez más, vemos que los países se muestran más receptivos a las criptomonedas como un medio para combatir las dificultades económicas. Con el tiempo, ese interés puede servir para aumentar la conciencia sobre los beneficios de estos activos digitales. El problema de no tener acceso a servicios bancarios o tenerlos de forma limitada, es uno de los que afecta a una de cada cuatro personas en el planeta. Si las criptomonedas pueden aportar una solución, podríamos estar ante un acontecimiento histórico por la rápida adopción de estas.