Estamos en 2020 y el precio del Bitcoin no logra bajar de los u$s10,000. Más allá del precio en este artículo profundizaremos sobre algunos datos que podrían ayudar a entender la realidad, comparando el mercado cripto de 2017 con el de hoy:

En 2017 había solamente 5 millones de personas con cuenta abierta, verificada, con fondos en la cuenta y listas para operar en Coinbase, la plataforma de compra de criptomonedas más grande de Estados Unidos. Hoy ese número creció a 30 millones, y sigue acelerándose diariamente. A nivel mundial se estima que en total había 10 millones de usuarios en total, hoy ese número se ha elevado a por lo menos 50 millones, y muchos estiman ya en 70 millones de personas participando en cripto.

En 2017 era muy engorroso, tedioso y difícil comprar la primera criptomoneda con dinero nacional. Los bancos le hacían muy difícil la vida a las empresas rampa (onramp) que querían vender Bitcoin a quienes pagaban con dinero nacional (fiat money). 

Además, había muy pocas empresas rampa que ofrecieran ese servicio, eran muy recientemente creadas, que no tenían trayectoria que despertaran confianza en los consumidores. Al final del día, había que confiarle el dinero a empresas principiantes y eso genera lógicas resistencias.

Este fenómeno no solo sucedía en Argentina, donde habría no más de 4 rampas, sino que a nivel mundial y en latinoamérica se replicaba de forma idéntica. En 2020 quien quiere acercarse al universo cripto y comprar su primer criptomoneda va a encontrar una muy surtida variedad de empresas rampa, que ya tienen cierto conocimiento en la población, en cada país del mundo que permite “comprar Bitcoin”. Como ejemplo en Argentina ya hay al menos 15 competidores, de los 4 que había hace 3 años. De esas 15 empresas, hay al menos 3 que ya tienen un reconocimiento fuerte en el mercado. 

En cuanto a formas de pago, en 2017 eran extremadamente limitadas las opciones como se podía pagar para comprar cripto. Las dos más utilizadas eran hacer una transferencia bancaria o informalmente usando dinero efectivo (papel billete).

En 2020 se puede comprar cripto hasta con tarjeta de crédito, débito, paypal y las opciones más creativas inventadas ya están disponibles (y gracias a propuestas novedosas como Paxful, el cielo es el límite en cuanto a formas de pago). Siempre hay alguien dispuesto a venderte, a un precio acorde, adaptándose a las necesidades de los compradores de criptomonedas.

Lo mismo sucede con las billeteras, las opciones para guardar las criptomonedas. En 2017 eran más bien limitadas, hoy hay que dedicar tiempo a investigar en el mar de opciones que un consumidor tiene.

Lo que viene, lo que viene

¿Porqué es importante considerar todo lo anterior? Porque en épocas de furia irracional del mercado, la cantidad de gente que puede sumarse “con el click de un botón” o un tap en el celular y comprar criptomonedas, es quizá 10 veces mayor a lo que era tan sólo 3 años atrás.

Es inevitable caer en la cuenta que es más fácil, hay más gente lista, y al haber más opciones de empresas para elegir, hace que la competencia ajuste los costos y comisiones de transacción.

Cuando nadie quiere quedarse afuera (se lo conoce como retail FOMO) es que se produce la verdadera estampida, corrida de precios, llegando hasta precios irracionales, como ya sucedió en el pasado, siendo los u$s20.000 de 2017 lo que tenemos más fresco en la memoria. Pero no fue la única vez que sucedió, anteriormente se dio un fenómeno idéntico de corrida de precios, en los 11 años de vida de Bitcoins.

Cuando se suma gente en plan “no me quiero quedar afuera, compro a cualquier precio” es donde se validan precios irracionales. Claro, conceptualmente para quienes compran poco volumen, 0.001 o 0.0011 de Bitcoin le da exactamente lo mismo. Ellos solo quieren entrar, “no quedarse afuera”. Con tanto dinero disponible, puede ser exponencial y muy veloz.

Los revólveres están listos, solo que sin municiones. Pero se pueden cargar instantáneamente, a escala planetaria.

Si hay mayor demanda, justo ahora que hay menor oferta…

El pasado lunes 11 de mayo ocurrió el tan mentado “halving de Bitcoin” donde la oferta de nuevos Bitcoins se redujo a la mitad. Ahora son sólo 900 nuevos Bitcoins producidos por día, versus 1.800 que fueron durante 4 años.

Hoy más de 70 millones de personas en el mundo tienen cuentas abiertas en alguna empresa donde puedan comprar cripto, o que alguna vez ya compraron, o que tienen su dirección ya creada de billetera cripto. Ese 1% de la población del planeta es mucha gente para FOMO cualquier cosa.

Cuando empiece a levantar el precio a valores “interesantes” como por ejemplo volver a tocar el máximo histórico de u$s20.000 ellos recordarán muy fácil de que tenían una cuenta abierta en algún exchange de criptomonedas. Es solo para recuperar sus claves, enviar algo de dinero nacional, y apretar el botón de COMPRAR cripto.

Eso puede generar un potencial shock de demanda, que se convierte en noticia porque el precio subió demasiado… entonces vienen los que estaban afuera. Y como es tan fácil y relativamente rápido subirse y empezar a comprar (comparado con 2017, los procesos están mucho más aceitados, el proceso de verificación de identidad y KYC se hace más rápidamente y las empresas están más preparadas tecnológicamente porque sus procesos están alistados, hasta mi madre quizá quiera comprar “un poquito de cripto”).

Como conclusión de esta comparación con 2017, el precio de Bitcoin lo refleja claramente. A mediados de 2017 valía u$s3.000, y hoy no baja de u$s10.000.

¿Qué esperar?

Ese escenario que describimos antes no se materializará mañana, pero las condiciones están dadas.

En conversaciones informales con otros inversores crypto, nadie espera que Bitcoin valga menos de u$s50.000 a fines de 2021, pero podemos estar todos equivocados.

Lo que es seguro, es que independientemente del precio, la revolución del Bitcoin y las cripto llegó para quedarse. Y su adopción está ganando momentum. Es más fácil aventurar lo que sucederá en 5 años con respecto al uso y adopción de criptomonedas en la vida cotidiana. En cuanto al precio, eso ya es mucho más difícil de pronosticar.

Gonzalo Arzuaga
Fundador, Bitcoinario.com
Autor de “Criptomonedas”